El salón es el corazón del hogar, el lugar donde pasamos gran parte de nuestro tiempo y donde recibimos a nuestras visitas. Por ello, es esencial que sea un espacio que transmita frescura, confort y, por supuesto, personalidad. No se trata solo de crear un ambiente agradable, sino también de lograr que el espacio invite a la relajación sin perder el toque de sofisticación.
La clave está en encontrar el equilibrio entre lo clásico y lo moderno. Podemos lograrlo combinando elementos estructurales tradicionales, como molduras y paneleados de madera en las paredes, con acabados de calidad, como mármol o maderas nobles. Estos detalles se complementarán perfectamente con muebles de diseño contemporáneo, tejidos vibrantes, colores audaces y lámparas que llamen la atención por su tamaño o formas inusuales.
Los contrastes entre lo clásico y lo moderno pueden marcar la diferencia. Un ejemplo perfecto es incorporar molduras en las paredes, techos y ventanas que dialoguen con muebles de líneas más limpias y actuales. Si te atreves, incluso puedes jugar con formas irregulares o colores brillantes para añadir un toque único.
Si ya cuentas con una vivienda con molduras y tienes o solo deseas muebles de diseño actual pero deseas aportar un toque clásico, ¿por qué no resaltar las molduras con un toque de color? Utiliza muebles con una unidad cromática, como el blanco combinado con madera, para darle más presencia y sofisticación al ambiente.
Si prefieres un estilo más sobrio, las estancias sin molduras ni arcos también pueden brillar. En este caso, los estampados y lámparas vintage, como candelabros elegantes, se encargarán de dar carácter y estilo al salón.
Finalmente, para quienes buscan un aire aún más nostálgico, los espejos envejecidos y detalles dorados en lámparas o candelabros pueden ser la opción perfecta para lograr un contraste armónico entre lo contemporáneo y lo antiguo.
La mezcla de estilos es una excelente manera de personalizar tu espacio, creando un salón que refleje tu estilo único y, sobre todo, que sea acogedor y lleno de carácter.
Ana Guerrero Rodríguez